martes, 25 de diciembre de 2007

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"Sería una tontería decir que la música me salvó o me curó, pero en mi rutina diaria de baños calientes, abrir latas de cerveza y comida, lo que más me sostenía era la música. No porque me ofreciera salvación (eso no hay nadie que te lo solucione) sino por el consuelo que me daban sus promesas, su chispa de vida, su salvaje y poderoso arco sináptico que enlazaba espíritu, mente y carne..."
El Cadillac del Big Booper, JIM DODGE.

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